• raul.glz
  • 26/Julio/2021

Hola, 
 
La semana pasada se llevó a cabo la esperada conferencia sobre bitcoin llamada The B Word.
 
Esta originalmente había sido convocada por el CEO de Twitter y Square, Jack Dorsey, para debatir ciertos temas sobre el protocolo con Elon Musk. 
 
En mi opinión la conferencia fue un éxito, pero no por el panel de aproximadamente una hora que sostuvieron estos dos personajes, sino por todas las demás presentaciones que se dieron en el transcurso del día.
 
Fueron 5 presentaciones adicionales a la de Musk, Dorsey y Wood (de Ark Invest), donde se tocaron temas desde la minería y custodia, hasta asuntos de programación y seguridad de la red. 
 
Una de las presentaciones que llamó principalmente mi atención, fue sobre como preservar el espíritu de Bitcoin, o mejor dicho, cómo mantener viva la razón por la que Bitcoin fue creada. 
 
Durante los últimos doce años se ha generado una industria multimillonaria alrededor de bitcoin. Se han creado bancos especializados, exchanges, servicios de custodia, empresas de minería, mercados de futuros y toda clase de servicios financieros construidos a partir de bitcoin o alguna otra criptomoneda. 
 
Una de las principales críticas es que bitcoin ha perdido su espítiru y se ha alejado de la visión de Satoshi Nakamoto, de ser un sistema financiero completamente democrático.
 
Pero la realidad es otra. 
 
Estas críticas normalmente son hechas por personajes que viven en países desarrollados y con economías estables que tienen una perspectiva muy diferente al resto del mundo donde bitcoin es visto como una activo con verdadera utilidad social. 
 
El 53% de la población mundial vive bajo un régimen autoritario o con algún tipo de control gubernamental que atenta contra las libertades humanas.
 
Recientemente Turquía, que vive una grave crisis financiera, decretó un estricto control de transferencias de dinero no solo fuera de su país, sino también entre bancos nacionales. Argentina, por ejemplo, mantiene restricciones en la circulación del dólar americano y ha establecido en numerosas ocasiones tipos de cambio “oficial”, ocasionando un gran mercado negro de divisas. Otros países como Venezuela tienen tasas de inflación anual de triple dígito, que solo empobrecen a la población. 
 
Para el caso de países como El Salvador, Nigeria e Indonesia, donde las remesas representan el 24%, 10% y 8% de su PIB respectivamente, el costo de transferir dinero desde el exterior es sumamente alto y va en detrimento al poder de compra de los receptores de los recursos de los que dependen para subsistir. 
 
Ahora preguntémonos ¿cómo perciben a bitcoin los pobladores de estos países? No como instrumento de inversión o especulación como lo hacen en Wall Street, sino como un escape a sistemas financieros restrictivos de gobiernos fallidos en muchos casos. 
 
Para toda esta gente Bitcoin representa libertad financiera lejos de cualquier control de gobierno.
 
China lo sabe y por eso ha prohibido cualquier actividad relacionada con bitcoin o cualquier otra criptomoneda.
 
Bitcoin es y será, una herramienta que traerá mayor bienestar a miles de millones de personas de todo el mundo.
 
Jack Dorsey está consciente de ello, por eso cuando le preguntaron durante la conferencia que era lo que más deseaba para Bitcoin para el futuro, contestó sin titubear: Paz mundial. 

Invierte bien, invierte sabiamente. 

Raúl O. González Castilla
Octopus Capital
Fundador

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